
Mi destino no lo elijo yo y el camino tampoco, aprendimos solamente a flotar y a vivir como locos. Si te dicen que va a mejor, ya no mires para atras y nunca te olvides que ellos fueron los que se van y les enferma la idea de no lograr robarnos lo que nos queda, esas ganas de no quedarnos callados y de nunca parar de cantar. Y brindemos por fueron ellos lo que van a terminar.
Para navegar en paz se requiere su tiempo; y en la soledad mirar hace adentro, se curaran las heridas y se encontrarán salidas en la oscuridad. En ese momento si se rema más se viaja más lento, si nada mejora no pasan las horas, ya no queda la voz pero si quedan las ganas de cantar. Fue larga la espera, siempre me toca a mi el camino más largo.
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